miércoles, 13 de noviembre de 2013

La tía Roxi versus Michele Bachelet [Jorge Barreno; El Mundo]

Breve comentario a Roxana Miranda, La candidata de los pobres, El Mundo.


Hoy en día es sencillo saber qué clase de gente es cada uno gracias a todo tipo de mediadores, ya sean blogs, páginas web, o el omnipresente facebook. Recuerdo haber visto, en la magnífica serie de Mad Men (2007), cómo el jefe de todos aquellos tiburones de la publicidad, ultramachistas y abanderados del éxito protestantista norteamericano de una profesión en boga en los 50` le decía a Donald Draper (Jon Hamm) que, a medida que pasan los años, te das cuenta de que existen un número muy reducido de tipos de personas.

Jorge Barreno, para el que no lo sepa, como no lo sabía yo hace unos minutos, es licenciado por San Pablo Ceu en periodismo, y bibliotecónomo por Zaragoza. Su página web la abre a todo color la cara satisfecha del angelito mientras bucea. Ahora es corresponsal por este periódico en Santiago de Chile (Latinoamérica lo llama él).

El artículo, que suponemos fue escrito tras una larga lucha por la supervivencia en las inseguras -pero llenas de color local-, calles de latinoamérica, nos muestra con un desdén despreciable, con una absoluta falta de datos, con la ausencia de cualquier programa político donde se atisbe la lucha electoral que se está llevando a cabo en Chile, cómo se puede cobrar por escribir y no escribir absolutamente nada: prensa rosa, quizá. No sé si la tía Roxi, como dice que la llaman en su barrio proletario, sabrá cuál el peso de escuchar los ecos de la Republique en el nombre de su adversaria, el que parece haber descubierto la pólvora con esto es Barreno, que utiliza la dicotomía entre los nombres de las dos candidatas para que nosotros, hombres de la metrópoli -una metrópoli cuya capital ya casi parece la Venecia de Mann, debido al conflicto de recogida de basuras- nos cuente, el iluminado de la virgenmaría este, cómo de atrasados van en cuestiones que de verdad importan. Nos dice al oído nuestro compi de clase lo tonto que es Juanito, que es peruano, y lo atrasado que va siempre. 

Ciertamente, dudo terriblemente que la candidatura de Roxana Miranada prospere, porque, aunque Barreno no lo crea, jamás una mayoría de la población chilena la votaría, quizá unos cuantos miles -población con uno de los mejores sistemas universitarios hasta hace unos años-. La señora en cuestión tiene que dejar de leer panfletos y dedicarse a lo suyo, se llama división del trabajo, o los sindicalistas o activistas por la izquierda dejar de crear maniqueos tan anacrónicos como inverosímiles. Y Jorge Barreno, que en mi opinión tiene nombre de personaje de un mortadelo, debería empezar a escribir sin que a la altura de la segunda línea ya se pueda prever la última. 

Francisco Galván
franciscogalvanmendez@gmail.com

martes, 12 de noviembre de 2013

Yo también llevo dos días llorando en mi casa [José Antonio Hernández; El País]

Crítica al artículo de hoy de José Antonio Hernández en El País, y a todo el "Circo Parot" en general.


Los titulares de los periódicos cada día me sorprenden más. No, en serio: "Henri Parot estuvo dos días llorando en su celda y temíamos que se suicidara"; ¿y a mí qué coño me importa?

Los medios de derechas nos dicen que las familias lloran mucho, los de izquierdas que Parot estuvo llorando... parece ser que en este país la opinión pública se ha convertido en un triste concurso de plañideras.

Señores: como bien dijo ayer en su artículo J. Ebeneezer Soto en este mismo medio, ponernos ante las narices a gente que está totalmente arrebatada por ciertas pasiones y por instintos de venganza no es (ni puede ser) un argumento. Entiendo que los intereses de las víctimas y del señor Parot y compañía deben ser tenidos en cuenta en este asunto, pero no me gusta que tengan que "llorar" para poder "mamar".

En fin. Yo no tengo una opinión claramente formada a tenor de lo que está pasando, y si esto es así es -entre otras cosas- porque siento (como sentirá cualquier persona inteligente) que el espacio que los diarios deberían dedicar a informarnos sobre qué es lo que pasa realmente en los tribunales, el poder de información que deberían utilizar para trazar una semblanza histórica y crear una opinión pública  bien informada, lo dedican sin embargo a poner ante nuestras caras rostros deformados por el llanto. Parece la publicidad de una ONG y a nadie parece importarle lo más mínimo, nadie parece darse cuenta. Hay que hacer algo. Ya.

Ernesto Echevarne

lunes, 11 de noviembre de 2013

Un tiro en el discurso [Antonio Dominguez Rey; El Imparcial]

Comentario al artículo Un tiro en el alma, de Antonio Dominguez Rey


    Al empezar a leer el artículo sobre la doctrina Parot del señor Dominguez Rey no he podido evitar tener la sensación de encontrarme con un filósofo cartesiano decimonónico que parecía haber resucitado con el afán de reencauzar nuestra sociedad corrupta hasta la médula, que ha abandonado los valores como la Humanidad y la Justicia, que le ha vuelto la espalda a las Ideas de Platón y vive encerrada en su sucia materialidad. 
    
    Después he reparado en algunos detalles que me han aclarado el asunto y parece que en realidad no ha resucitado ningún pensador a traernos la solución a nuestros problemas desde el pasado, sino que más bien un bufón viejete se ha puesto su peluca empolvada y ha salido a gritar tonterías a la calle. O ni eso, se ha bebido un whisky y desde su cómodo sofá comprado con sus tres sueldos de profesor universitario ha emitido su juicio para que el vulgo beba extasiado de su infinito saber.
    
    Lo primero que chirría del artículo es su nivel demagógico, que atraviesa todos los párrafos hasta lo vomitivo. Empezando con una traslación al dolor de los familiares de las víctimas de ETA, trata de hacer sentir al lector la sed de venganza que estos tienen contra los verdugos de sus familiares, amparándose en lo que él llama Humanidad. Muy bien, don Antonio, ya que usted es lingüista y filósofo, díganos qué quiere decir con eso. Utiliza varias categorías que nos recuerdan a los universales de Platón en pleno siglo XXI para hablar de la excarcelación de unos presos cuyos hechos históricos ni menciona. Ni siquiera trata de explicar el núcleo de toda su argumentación, que es la apelación a eso que dice Humanidad. Está usted completamente posicionado del lado del Estado Español y eso parece otorgarle la posición de poder para considerar que es inHumano excarcelar a presos políticos condenados miles de años por un crimen y ni si quiera se plantea si es lícita una condena tan extensa. Eleva la categoría de perdón a un acto religioso: "El perdón es don del espíritu. Requiere piedad. Y se eleva a otras dimensiones que la ley laica, positiva, no contempla." De este modo, podemos inferir que el ideal de Justicia de este señor vendría dado por el hoy tan de moda victimismo, que consiste en dar poder político a aquellos que conmueven el corazón de los espectadores del gran circo mediático que es la política en España, y que normalmente solo buscan venganza. Se le ve el plumero, don Antonio, por mucho que trate de esconder el aguilucho entre farragosa prosa y grandes palabras vacías totalmente de significado, el olor a fachismo impregna todo su artículo. Habla de filosofía para ocultar su posicionamiento y tratar de parecer objetivo, pero más bien lo que hace es poner una filosofía barata al servicio de sus ideales personales.

    Insisto en que lo más grave de todo es la absoluta manipulación lingüística que realiza este señor -me cuesta escribir esta palabra-, que es doblemente grave tratándose de un hombre que ostenta los títulos y cargos de profesor universitario en materia de lenguaje. Otro ejemplo sería la identificación al principio entre pueblo y Estado y se queda tan ancho. Definiendo el Estado Español como todo el conjunto de los españoles es fácil seducir a sus víctimas y hacerles creer que todo lo que emana de nuestra justicia nos representa.

     Podemos deducir dos cosas, o bien que es usted un maquiavélico que tan solo busca utilizar su lugar de poder para manipular a la masa; o bien que el título le viene dado por ser hijo de o por introducir su lengua entre las nalgas de. Yo dejaré que mis lectores elijan.   

J. Ebeneezer Soto

¿Cuarto poder? [Edurne Uriarte; ABC]

Breve nota a El nacionalismo español del PSOE, de Edurne Uriarte.


Lo primero que no podrá dejar de notar cualquier verdadero buen lector que acometa la lectura de la extremadamente demagógica entrada de hoy de Edurne Uriarte en su blog en ABC es, sin ir más lejos, su primera frase: "Bienvenidos al club, al del patriotismo español". Señora Uriarte (digo señora porque a todas luces lo que esta mujer nos quiere transmitir con su foto (12 liftings encadenados, pendiente y chaqueta conservadores pero de mujer independiente, etc.) es una imagen de respetabilidad y de frescura) señora Uriarte, decía, deje esas fórmulas de periodismo rancio, esos juegos para meterse al lector en el bolsillo, para una opinión menos inteligente que la que aquí va a encontrar.

Opinión inteligente, he dicho, la opinión pública española, sí. Esto puede aparecer como un aserto atrevido, ya que existe el ideologema opuesto, pero considero que tenemos una opinión pública inteligente precisamente por lo que no aparece en los medios, porque la gente está hastiada de ustedes y de sus falacias y de su torpeza. Toda esa opinión a la que yo me refiero es la mayoría invisible, esa mayoría en la que confío hasta tal punto que no me voy a poner aquí a destripar uno por uno los sofismas en los que la señora Uriarte incurre al dar por hecho ciertas informaciones, no, pero no podría pasar sin decir que es triste, muy triste, comprobar una vez más cómo los "periodistas" sacrifican su independencia intelectual para convertirse en una mera herramienta de la propaganda, una simple vía de fortalecimiento de los intereses económicos que tienen detrás.

Para terminar, haré una apelación a todos aquellos lectores que están hartos de que los políticos se llenen el bolsillo día a día sin merecerlo: señores y señoras, si eso les indigna también debería ponerles en pie de guerra el hecho de que gente como esta mujer esté ganando dinero por escribir algo que cualquiera de nosotros podríamos hacer mejor. ¿Que el dinero que recibe no procede de fuentes públicas? Sea (aunque habría que ver las subvenciones de ABC), pero entraña igualmente una peligrosa degradación de la meritocracia.

Ernesto Echevarne

domingo, 10 de noviembre de 2013

Luis García Montero y la incomprensión del Ser de izquierda. [Luis García Montero; Diario Público]

Breve comentario a Por falta de tiempo de Luis García Montero.


Granada, una ciudad propicia para la confusión. Y en este caso, para la más peligrosa de todas, la confusión ideológica -ingenuidad, que diría Bordieu-. Aunque el señor Luis García Montero no deja de demostrarnos que ha leído con atención al sociólogo francés y que conoce perfectamente la teoría de campo literario, más aún cuando nos llegan las noticias de concursos amañados y doctorandos de su ilustrísima ganando premios literarios en condiciones susceptibles de legítima sospecha.

Qué decir de las calles del eterno Barrio del Albaycín en el que miles de estudiantes Erasmus hacen jogging durante el día y se emborrachan hasta el vómito entre sus callejones en la noche; o de las calles castellanas del centro engalanadas para la nunca despreciable ocasión de unos Juegos Olímpicos eternos. Suponemos que los trucos literarios del autor granaíno no pueden sino salir del Polígono de Amanjáyar, heterolugar de resistencia que don Luis no recorrería ni en taxi. Para el que no conozca el mapa de la ciudad de Granada déjenme que les ilustre: en lo alto de un monte se ubica la ilustre Facultad de Filosofía y Letras, donde se ubica la cátedra de don Luis. Desde los ventanales de la biblioteca de FyL se puede hacer un barrido de toda la ciudad y pueblos de alrededores, lugar propicio y con calefacción para hablar de las desgracias de el Otro. Sería muy rebuscado por mi parte pensar que don Luis -supongo que asiduo lector del fanzine de manta y cresta, de álbumes de los pistols y botas militares, que aboga por la Memoria Histórica  o las bondades de leer en abstracto la etapa de la nunca demasiado simplificada II República: el diario Público (reminiscencias sesentertas, alguna). Papel, digo, que hace unos meses añadió a su currículum la más vergonzosa de sus muchas campañas de polarización filocomunista de jóvenes universitarios insatisfechos: la de su propia supervivencia por falta de fondos-, el poeta, piensa que pensamos que su prosa patética -entiéndase como que induce al llanto, aunque la legitimidad del realismo social nunca haya sido gran cosa- enfocadas en lo que he convenido en llamar micropoesía o poesía de lo presente pueden cambiar la ideología que confiere la universidad como centro de creación de una élite intelectual del que el autor es perfecto estandarte.

Por supuesto, parece sencillo que la ficcional Ana (quizá alguna de sus alumnas -canciones de los Beatles, fotógafra, y autora no confesa de pintadas proveganas- a las que se les pueden percibir el brillo en los ojos que manan de los versos de Lorca y el prestigio que confiere una cátedra llevada a los medios de masas) se salve gracias a la palabra del poeta. Sin embargo Ana, Andrea, Ricardo o Jose Antonio, posibles lectores del diario donde ven reflejados sus más hondos pesares y que consumen con avidez poscapitalista, tendrán que aceptar su papel en la cadena de producción y luchar por la supervivencia como todos los hombres. Claro que Luis García Montero, Poeta, ha adquirido sin que nadie se lo haya pedido la obligación histórica de poner de relieve las injusticias del sistema que lo mantiene. Muy de otra época, don Luis, ya no cuela.

Francisco Galván
franciscogalvanmendez@gmail.com